jueves, 19 de abril de 2007
Mermelada
jueves, 19 de abril de 2007
De nuevo mi ineptitud me ha mantenido como un mes lejos del amado blog.
Pero ha acentuado tu dramatización poética.
¿Verdad?
En fin, llevaba tiempo queriendo dedicar unas lineas a algo tan gratificante como la mermelada. En serio, si hace un mes me estaba relamiendo por una recien descubierta mermelada de arándanos, la cual solo había tenido ocasión de probar en Inglaterra en un par de ocasiones, ahora y tras un largo viaje por Italia he vuelto para encontrarme un tarro de mermelada casera de fresa. Un tarro mastodóntico, dicho sea de paso.
Si, a la velocidad a la que le entras va a quedar en un tarro mastodóntico con nanomermelada, creo yo. Además, ¿como vas a lamerlo por dentro cuando se acabe?
No sé. ¿Y si lo rompo, me cortaré la lengua con los cristales?
Hazte un favor y deja de linguar las cosas.
Es que me da la vara preparar tostadas. A la primera de cambio se me queman, me tuesto los dedos y me lleno con tanto pan.
Pero así, cuando no me ven, meto la cucahra más grande que hay en el bote y nadie se da cuenta de la pérdida.
Y puedo linguar la cuchara todo lo que quiera. Mientras no la vuelvas a meter en el bote, claro.
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