viernes, 22 de mayo de 2009

Una única persona (yo+tú)

viernes, 22 de mayo de 2009
Termina el año, termina mi año, termina el que es y será nuestro primer año como una única persona. No ha habido tiempo para pensar, no ha habido tiempo ni ganas de hacerlo. Las reglas se reescribían antes de lo que daba tiempo a copiarlas, y aunque yo sea una gran mecanógrafa, a ti las manitas de animal escurridizo no te daban esa libertad. Así que te he prestado las mías, mucho tiempo te las he prestado y nunca han sido tuyas, qué ironía, que pena, ¿verdad? que tuvieras que conformarte con un puesto fuera, con un nombre lejos, con una razón ajena, con una forma invisible. Me da mucha pena de ti, porque hicimos todo un mundo para los demás y al final, no cupimos los dos.
Por eso te llevo conmigo en mí, y el día que vuelvas a querer ser otro, yo te tendré en cuenta, como siempre. Solo que te pediría, cuando vuelvas a vestirte de pieles y a ponerte la plaquita con la R, recuerda, recuerda, después entras en casa, te quitas los zapatos, y te sientas conmigo en el sofá, si quieres yo te acuno, pero siéntate conmigo y háblame de tú a tú, sin nombres, sin distancia, sin parainfernalia.
Termina un año, ¿verdad? y ha sido más dorado, más bonito, más largo en menos tiempo de lo que fue ninguno antes. Qué tristes estábamos, diríase que éramos dos extraños compartiendo, compartiendo momentos, aferrados el uno al otro. Las cosas iban tan despacio, cada día era igual. Nos enchufábamos a todos los aparatos que teníamos para no enfrentarnos a que solo nos teníamos el uno al otro, y uno no siempre puede hallar las respuestas apropiadas mirándose al espejo y hablándole a su imagen reflejada.
Ahora solo tenemos que dar dos pasos para entrar en el cuarto lleno de gente, de ideas, de otros dos que son uno, y que no importa el cómo, la forma ni el porqué, pero nos darán gratis la imagen que ven, y nos contarán lo que han pasado, y pasarán cosas con nosotros.
Como diría Sibyl Vane, "Di un giro a mi vida, desde la mejor perspectiva".
Y lo que es más, "voy a vencer la inmadurez de la soledad". Cuando nosotros también vivamos en Barcelona, nos acordaremos de todas las verdades ocultas en las canciones, ¡y cuanto nos vamos a reír!
Pero ya no tendremos que padecer la fricción. Y vaya, no te dejaré tener que interesarte en cómo está, ni como lo vais a solucionar.
¡Cuántos tú y yo hemos vivido este año! Por eso me alegro, me alegro de haberte guardado dentro y de no tener que individualizarte más. Nosotros somos el yo. No un "tú" cualquiera que aparece un rato y luego se va dejándome sola. Somos el Tú y somos un Yo.
Lo que me temo que no somos es más claros a la hora de hablar. Mentimos como bellacos cuando dijimos que a una pregunta sencilla le daríamos una respuesta sencilla.
Pero Res, me han roto tantas veces el corazón, que es la única solución.
¿Me harás bocadillos de nutella?
Los haremos los dos.


Esto no tiene que tener mucho sentido. No es lo que realmente importa. Lo que realmente importa es que sigo viva, y no de milagro, sino de pura manía que tengo, ya ves.
La entrada de verdad será la siguiente. Esto es un borrador más bien. Lo otro ya tendrá más coherencia con la realidad. Así rellenamos más el blog.
 
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